Última actualización el 4 diciembre, 2015
Alejandro Velázquez.- Un día como hoy, pero de 2012, la entidad blanquiazul perdió a uno de los más grandes emblemas del futbol pachuqueño; sin embargo, ese día también nació la leyenda en que se convirtió Miguel Calero, portero que ganó todo con los Tuzos.
El mítico portero colombiano, naturalizado mexicano perdió la vida a causa de un infarto cardiorrespiratorio, que llegó luego que se le diagnosticó muerte cerebral por una retrombosis que sufrió días antes.
Desde la noche de ese mismo 4 diciembre, miles de fanáticos del equipo hidalguense se dieron cita en el auditorio Gota de Plata, donde fue velado Calero; al día siguiente fue la misa de cuerpo presente en el estadio Hidalgo, ahí estuvieron más de 15 mil aficionados para darle el último adiós a su ídolo.
El “Cóndor”, como se le conocía en Pachuca, llegó en el Verano 2000 a la madriguera, pasó menos de un año para que disputará su primera final, pero sería hasta el Invierno 2001, ante Tigres, cuando alzó su primer título de liga; después vendrían los del Apertura 2003, Clausura 2006 y Clausura 2007, estos últimos dos ya como capitán.
No obstante, Calero también trascendió internacionalmente con los Tuzos, se proclamó campeón en Concacaf en 2002, 2007, 2008 y 2010, además de la Copa Sudamerica en 2006, y la Superliga de 2007, en la que será recordado por detenerle el penal a Landon Donovan.
Pese a ser portero, Miguel también aportó a la ofensiva con Pachuca, pues en los momentos clave siempre iba a buscar algún remate cuando su equipo iba en desventaja; en 2002, ante Jaguares, marcó un tanto en un tiro de esquina con todo y gorra; igualmente, en la semifinal, contra Guadalajara, de 2006, se sumó al ataque y aunque no metió el gol, siempre contagió a sus compañeros a pelear por el equipo hasta el último segundo.
Tras su partida, año con año la directiva se ha encargado homenajear al Calero, en 2013 develaron su momento en el estadio Hidalgo, y hace un año presentaron El Show del Cóndor.
Ahora, su legado seguirá más presente que nunca con su hijo, Juan José Calero, quien hace unas semanas debutó en primera división con Pachuca, aunque éste lo hará como delantero; incluso, en el primer balón que tocó estuvo a punto de marcar un gol.
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